domingo, 25 de marzo de 2012

Temerosa

Trato de encontrarme
y
aparecen ante mí todos los vacíos
que me conforman
y sostienen.

Puedo hablarte mil horas
y noches,
cargadas de humo y cerveza,
acerca de mis torpezas
y riquezas.
Pero,
¿soy realmente así?

Me afirmo de algun
concepto que me defina
pero siempre temo
estas equivocada.

Siempre temo
hablar de más
o quizás hablar tan poco
que nadie comprenda.

domingo, 18 de marzo de 2012

Mala conexión

Te perdiste tanto en mi pasado, que ya ni siquiera puedo rescatarte a través de estas letras. Trato de tomarte la mano y te resbalas de ellas. Pienso que me gustaría definir tu rostro pero se difumina en la niebla espesa de mi memoria.

No es que ahora seas necesario, no, nunca lo fuiste tangiblemente. Pero como te había añorado mi alma hambrienta. Te amé tan profundamente que te inventé todo un traje e incluso un corcel de príncipe.

Ya apenas recuerdo detalles… Me gustaría en verdad poder atrapar tu figura que ronda moribunda en este tren que es mi vida… Quisiera haber sido más valiente como para robarte un beso. Lo más hermoso que me entregaste fue cuando un día dijiste mi nombre.

domingo, 11 de marzo de 2012

Conjeturas

Eres el inicio de mi camino sin retorno. Ante ti se abren las puertas de mi ciudad, húmeda, oscura, invernal. Comienzan a aparecer los primeros rumores del frío y ya siento que quiero desfallecer en tu abrazo con una voracidad mortal.

¿Recuerdas las luces ambarinas y los pasajes interminables a eso de las siete de la tarde?

Cuando la gente estaba en sus casas tomando once, nosotras estábamos en las calles jugando a ser mujeres, llenas de secretos, viviendo de la forma más apasionada que nuestras frágiles almas pudieran permitirnos.

Eres mi difunto amor… Eres mi presente fantasioso, mi futuro borroso.

Ahora la ciudad parece más seca, más llena de gente, menos íntima.

Cuando andábamos juntas el mundo se nos ofrecía como un cofre lleno de delicias para el alma. La vida era una fruta fresca y madura que nos chorreaba constantemente con su jugo venidero. La fértil seguridad de tenernos nos hacía amarnos con un afán infinito. Porque no había planos concretos en nuestro cariño. Éramos posesivas, adorables, cariñosas, insidiosas, suaves, violentas, amantes, maternales, hermanables… Éramos la eternidad frente a la pequeñez del mundo.

Porque el universo confabulaba para darnos los escenarios más dramáticos dispuestos siempre a tiempo para nuestras contiendas.

Ahora siento que me he vuelto demasiado poco interesante, poco dulce, poco tierna, horrorosa… Y tu ausencia pareciera darle la razón a todas mis conjeturas sobre mí misma. Soy vulnerable y aún así me visto de una sonrisa llena de forzosa fortaleza. Es que no estás tú para halagarme, para decirme que me veo linda, para regalarme un chocolate, para ser…

Para ser…

Simplemente ser. Porque ser contigo siempre estuvo lleno de profundidad, de emociones fuertes. Lloré tanto contigo que quizás por eso ahora ya no puedo llorar con la efusividad de antes. Devuélveme esa capacidad… Dame la oportunidad de volver a ser una niña pequeña entre tus brazos y llorar… Déjame llorar en tu regazo fragante del azul del cielo

viernes, 2 de marzo de 2012

6.00 PM

¿Cómo se te ocurre venir a golpearme la cara
con esa juventud tuya tan incitante
y,
ardientemente,
cautivadora?