miércoles, 29 de julio de 2015

la necesidad

Quisiera pedirte que me esperes,
Así de descarada,
de insensible.

Quisiera también, decirte,
que no sé muy bien cómo poner en orden mis ideas,
porque estas bailan en mi cabeza
y chocan
estrepitosamente
con mi corazón.

Quisiera que leas estas palabras
y sepas
que son para ti.
Que encuentres en ella
las huellas del enorme sentimiento
que compartimos,
y que aún hoy
me enternece.

Sé tan bien que te costó buscarme,
reconozco el esfuerzo
de tus palabras,
por eso lloré tanto.
Me derramé en París.

Y aunque quería decirte que sí,
sí,
amiga,
sí, sí, sí...
Me detuve.

No preguntes por qué.
Lo dejo a tu imaginación.
Como siempre,
te doy espacio a la interpretación.

Y ahora me detengo a pensar,
que quizás
te necesito más de lo que yo pensaba.


miércoles, 27 de mayo de 2015

Al padre.

No podría jamás volver a amarte,
jamás volvería
a sentirme
la niña protegida entre tus brazos.

El rechazo está tan vivo
como hace años.

Porque yo soy
la simple profesora
que tú crees ver.

Y mientras ese tipo de frases
(y muchas otras más)
sigan danzando de forma intoxicante
en mi cabeza,
no podré mirarte
con cariño.

Porque tu voz me habla
con dureza.
A mí,
la aún niña
que está escondida,
para siempre
de ti. 

 

Mi reflejo

Tú y yo somos muy parecidos,
tanto como mirarse a un espejo
y ver
a través de nosotros,
nuestras eternas conexiones karmáticas.

Comprendo,
que al ser un reflejo,
vemos las cosas desde diferentes perspectivas.
Si coloco mi mano derecha,
coindirá,
perfectamente,
con tu izquierda.

Pero aún así,
desde diferentes perspectivas,
somos iguales.

Iguales en el sentir,
iguales en los dolores
y molestias.
Somos ambos faltos de algún padre.
Tú por circunstancias,
yo por un desliz.

Sé que mi padre no es tu predilección,
tampoco, para mí
él lo es.
¿Viste que somos iguales?

Si tu mano calza perfectamente con la mía,
cómo quieres
que no crea
que eres mi reflejo
en negativo.

Algún día nos encontraremos
en el plano perfecto
desde donde
ya no serás
un reflejo.
Y ahí,
serás
yo misma,
y yo,
tu ser.


 

viernes, 23 de enero de 2015

12:08

Estoy acostumbrada a las relaciones que se apagan. De pequeña comprendí que a veces las personas que amamos o que nos aman deben partir.
Conforme fui creciendo me iba boicoteando.

Pero contigo no.

A ti yo no te puedo pedir. Cada célula de mi cuerpo te necesita para funcionar.
Cada mañana, tarde y noche son para ti.
Eres la persona más fundamental,
La más esencial.

Te amo de una forma
Total.

Un amor total
Y totalizador.

Te quiero a ti en cada momento
Y solo para
Mí.

Y aunque sé
Que me amas
De la manera más honesta
Y fiel, yo siempre ando acosada por fantasmas crueles e insidiosos.

Esos fantasmas
Lamentables
Que a veces me asustan,
Pero que te prometo exorcizar.