martes, 22 de febrero de 2011

2.16 AM


Había algo perturbador en la forma en que me mirabas,
siempre con aquél brillo platinado que me provocaba bajar la vista.
Mentiría si dijera que no he pensado en cómo se sentiría besarte,
sobre todo por la barba, sobre todo por tu lengua, sobre todo por tu mirada maliciosa.

Y es esta lujuria reprimida que me provoca en la soledad,
porque el recuerdo de tus piernas al sol me perturba,
así como tus insinuaciones,
así como tus toqueteos esporádicos y disimulados.

Yo sé que tú intuyes mis naturaleza,
yo sé que tu mirada penetra mis pensamientos más ocultos,
sabes que con unas pocas provocaciones te deseo,
tienes claro que añoro entregarte mi cuerpo.

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