martes, 11 de noviembre de 2014

Tus manos

Cuando te conocí
solo me fijé en tus manos.
Grandes, bonitas, de huesos firmes y suavemente angulosos.

Hasta el día de hoy
tus manos
son
mi calvario.

Puedo excitarme
con tan solo
mirar
tus manos.
Imaginándolas
tomando mis pechos,
recorriendo mi cintura
o
tomando firmemente
mis glúteos.

Odoro tus manos
como a un
personaje
aparte.
Son mis amantes,
las que me producen un placer
casi culpable.
Por eso
hiervo
si las descuidas.

No opaques
a mis dulces
dedos
que saben,
tan bien,
tocarme.

Déjalos ser
los amantes
dulces
y tiernos
que yo deseo.


 

lunes, 1 de septiembre de 2014

1.34 AM

¿Mi pasado?
Un tesoro,
que a veces me gusta visitar,
porque olvidar
es
asesinar.

Yo jamás
podría hacerte
eso. 

viernes, 27 de junio de 2014

Me siento aferrada
a una cuerda delgada,
que jamás
podrá sostenerme...

Yo por ti
Todo.

Con una rabia y pasión.
Lo siento así.
Yo por ti,
todo,
y quizás
un poco más
Pero,
¿Tú por mí?

¿Tú
por
mi?

Tú...


 

domingo, 4 de mayo de 2014

De vuelta a casa

Me subo al metro y lloro,
la gente me mira,
yo me escondo con el pelo.


Me bajo del metro y camino.
No tomo la micro
porque quiero llorar un poco más.


El aire frío me calma.


llego a la casa,
debo fingir una sonrisa.


Me acuesto y me abrigo,
tengo frío en el corazón.

domingo, 16 de marzo de 2014

Envidia

Quiero ser tan peligrosa como tú.
Dramática,
elástica,
alargada,
perfección.

Quiero dominar los territorios
que tú proteges.
Y pelear con quienes
quieran robármelos.

Ser como tú,
entrando campante por la ventana,
con tu carita emblemática
de fiera ancestral.








viernes, 28 de febrero de 2014

Delirios por Paula



No tengo palabras para describir todas mis emociones,
Hermosa mujer…hermosa y única.
Sonrisa suave y acogedora,
Esas manos suaves que acariciaron mi rostro de manera familiar,
Ese abrazo tibio donde me refugié.

Al principio tuve pavor, no te lo niego…
Pero cuando tú me abriste la puerta para entrar a tu hogar, cuando me miraste llena de ternura…
No me pude resistir a la deliciosa emoción de abrazarte, de tomar tu brazo y caminar junto a ti.

Oh dulce de noche… ¡Qué bien alimentaste mi alma!
Que bien supiste rodearme de tu amor...
Que fácil salió de tu boca la palabra “amiga” y que bien fue sentirme tan amada por ti.
Con que gracia y tino te sentaste a mi lado… Con que emoción y pena recordaste nuestro pasado.

Que ganas de mantenerte encerrada en mis brazos,
que ganas de escuchar tus anécdotas hasta que ya no tuvieras más…
Yo te hubiera oído siempre, incluso me hubiera quedado a tu lado en el frío de la noche, en silencio…
Tan solo para escuchar tus latidos y la forma en que me mirabas.

Todas estas palabras suenan como las de una enamorada,
pero nadie comprendería los latidos de mi lastimado corazón al sentirte tan cerca,
al admirar tu cabello, al escuchar esa voz tan familiar y tan añorada…

¿Cuántas noches no te busqué?

Entre líneas de una vieja carta que me escribiste tiempo atrás…

Tengo el corazón arrebatado de tanto amor por ti,
Que me parece haber estado en compañía de un ángel y no de una antigua amiga.

Quizás no te hablé demasiado, pero es que estaba concentrada en mirarte conversar con las demás.
Estaba ensimismada en recuerdos donde tú y yo nunca nos separábamos.
Perdida en la memoria del enorme amor que nos unió y que hoy pareció consumirme…

Me espetaste de repente: “tú y yo nunca peleábamos”,
y yo, volviendo del paraíso de recuerdos contesté: “tienes razón, nunca”

Mi adorado ángel irreal, nunca hubieron motivos para pelear.
Tú eras mis protectora, mi amiga, mi compañía y más aún mi razón de luchar.
Contigo aprendí tantas cosas, haciendo acopio de nuestra estrecha complicidad.
Hablábamos de la vida y de la muerte sin mayores restricciones.

Nunca dije: “te amo”
¡Y como te merecías que yo lo gritara a los cuatro vientos!
Ahora lo que siento…no sé si llamarlo amor, pero es una inusitada alegría.
Hace tiempo no sentía un amor hacia mí de esa manera…
Desinteresada y simple, y a la vez, tan profunda… Un espejo de mis propias emociones Paula…
Cada palabra que tú decías, yo la terminaba…

Que dulces y barrocos son esos recuerdos…
Cuantos abrazos te debo mujer, cuantas caricias me debes tú también…
Y sin embargo, hoy, me hiciste entre tus brazos…
Me hablaste de manera dulce y me protegiste de cualquier comentario.
Tomaste mis manos entre las tuyas, me dejaste aferrarme a tus brazos…
Y caminamos, bajo la noche, mientras todas reían yo preferí guardar silencio.
Yo preferí aferrarme a ti y escuchar esa risa que te brotaba como cascada limpia.
 
Aun en estos momentos siento el tono de tu voz en mis oídos y no puedes imaginarte lo placentero que es.
Esta noche has sido mi musa, porque la magia de esos ojos pequeños y oscuros, esa magia de piel blanca y cabellos como la noche alumbrada de estrellas…
Esa magia eres tú…




(Te debía tanto esto...)

jueves, 20 de febrero de 2014

Sumérgete


Estos gays no iban a las discos
ni mucho menos
se entregaban entre sí.
Ellos eran un selecto grupo
de personajes
únicos y exóticos.
Los gays underground.

Escuchaban música
de extraños grupos
que jamás verás en MTV.
Bebían alcohol fuerte
y se reían de Madonna y Lady Gaga.
 
No se reían como locas,
sino que entonaban leves risitas discretas,
como si la alegría fuera vergonzosa.
Mientras uno armaba un porro,
los demás nos deleitábamos en el arte de sus manos.

Mientras inhalaba el humo paradisíaco
me envolvia la melodía de Die Antwoord desde
el notebook del que las hacía de dj.  
(Nota: no era marca manzanita mordida)

I fink u freeky, and I like you alot.

Y así me sentía, pensando que estaba
donde no tenía que estar,
elevándome
hacia donde no había
retorno,
en un mundo
completamente nuevo para mí.
Pero,
no podía dejar de sentirme atraída,
así que,
inhalé profundo
y me sumergí más:
en la música, en la gente,
en tus labios...



viernes, 24 de enero de 2014

23.00

Contigo
no tengo
límites.

Pareciera
que estuviera
amerced
de tus actos.

Si alguien te mira
me arremeten
los celos.

Cuando eso sucede,
primero te odio,
arrebatada,
para luego,
más consciente,
querer echarme en tu pecho
y llorar
los siete mares.

Nunca lo he hecho,
pero pretendo
un día
golpearte
de frente
con la tristeza
más grande
que pudieras ver en mí.

Si me vieras así,
destrozada,
¿me amarías más?

Quizás
solo quiera
tocarte el alma
de cualquier forma,
con todos los artilugios
que se me puedan
ocurrir.

Paciencia

¿Por qué te atreves a hacerme sentir horrorosa?
¿Por qué me disparas
palabras grotescas
con tu lengua venenosa?

Y yo,
que disfruto con el aroma y la textura
de mi cabello,
me encierro
en mi auto-tristeza.

¿Por qué tengo que ser tan
insegura
por ti?

¿Por qué siempre
me disparas
un golpe
bajo?

Siempre he creído
que debo agradarte,
complacerte.

¿Te sentirías agradada,
complacida,
si te cuento
que
no recuerdo
cuando
comenzaron
mis desórdenes
alimenticios?

¿Si te confiezo eso
te sentirías
orgullosa?

Quizás
qué
más
me pedirías.

Nunca es suficiente
para ti.

Mi piel,
no te parece bella.
Mi peso,
no es el
apropiado.
Mis manos,
no son
lo suficientemente
tersas.
Mis pestañas,
jamás serán
perfectamente crespas.
Mi ropa,
jamás
será de tu gusto.
Mi lenguaje,
te parece
vulgar.
Mis dientes,
nunca son blancos.
Mi voz,
quizás muy gruesa.
Mi altura,
insuficiente.
Mi perfume,
barato.
Mi caminar,
encorvado
mi paciencia:
se agota. 

Te impones en mí
como la entrometida
de tu madre.
Te estás
parienciédole
tanto
que
me pareces
despreciable.

Quieres controlar:
lo que como,
lo que pienso,
lo que quiero,
mi dinero,
mi relación,
mi desesperación.

¿Y aún así me preguntas por qué te grito?

Deberías estar agradecida que no te golpeo. 


martes, 21 de enero de 2014

Detenerse

Antes de hablarte
me detengo.
Porque no quiero parecer
la estúpida insistente
que siempre te busca.

Tengo un orgullo
que mantener
y un resquemor
que protejo.

Pareciera que
la vida es un ir y venir
de personas.
¡Cómo me gustaría
que te hubieras quedado!

Pero ahora
que pienso que me gustaría hablarte,
recuerdo
que no sabría qué decirte.



domingo, 12 de enero de 2014

18.10

Te amo con una dulzura tibia.
El "felices por siempre"
sabemos es poco probable.
Pero a tu lado
quizás me lo creo un poco.

La que vivía rápidamente
fue aburriéndose
de todo.
Y hoy
está
la calma sublime
de tus brazos.

Quizás así es el amor,
transforma a la gente
en las personas
que nunca creyeron
que podían ser.