viernes, 24 de enero de 2014

23.00

Contigo
no tengo
límites.

Pareciera
que estuviera
amerced
de tus actos.

Si alguien te mira
me arremeten
los celos.

Cuando eso sucede,
primero te odio,
arrebatada,
para luego,
más consciente,
querer echarme en tu pecho
y llorar
los siete mares.

Nunca lo he hecho,
pero pretendo
un día
golpearte
de frente
con la tristeza
más grande
que pudieras ver en mí.

Si me vieras así,
destrozada,
¿me amarías más?

Quizás
solo quiera
tocarte el alma
de cualquier forma,
con todos los artilugios
que se me puedan
ocurrir.

1 comentario:

Dav dijo...

Bellas palabras cargadas de sentimiento! !!! Un placer para los sentidos.
Besos