Cuando los días son lentos,
con ése afán intenso de
remecer las marejadas del mar
color azúl oscuro
de mi memoria,
pienso en ti.
con un vaivén delirante,
de no saber si estoy en el presente
o en el pasado brumoso de tus brazos.
Quiero creer que el día se adelantará,
para que mañana
tu nombre se haya vuelto un susurro
que mis oídos interpretaron
como una brisa .
Ahora,
en el ahora contable
del presente en el reloj,
sé lo más persistente que quieras.
Ronda por mis venas todo lo que quieras,
desenreda las telarañas que tejí para esconderte,
grita los llantos que yo pretendí ignorar y desmerecer,
sé lo más cariñosa que puedas,
muérdeme con toda la fuerza que yo te controlé,
aprovéchate de la debilidad de este momento
y
deja los estragos más terribles en mi alma.
Mañana no sé si te recuerde,
pero ahora...
Ahora,
estás tan presente que podría tocarte.
¿Sientes mi mano?
¿Sientes esta temblorosa ansiedad que me mantiene reviviéndote?
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