miércoles, 26 de octubre de 2011

Ahora

Tú a mí no puedes odiarme,
lo intentaste tantas veces,
con el alma abierta de cuajo
de tanta herida incurable.

Ya no pretendo aprovecharme
de ti,
de tu perdón eterno.
Ahora solo quiero brindarte lo más dulce que tengo:
mi amor calmo y nostálgico.

Yo necesito que me llames de vez en cuando,
a veces vernos,
reírnos de las tonteras de siempre,
y uno que otro abrazo rápido.

Rápido,
muy rápido,
no sea que se nos ocurra jugar con fuego,
somos expertas en eso.

Ya no nos quememos los dedos.
Si me quieres, aquí estoy.
Así que ya no me preguntes
de por qué te odié, como dices tú, tanto.

Yo no lo recuerdo,
tú sabes cómo soy,
tú más que nadie,
sabe como soy.

Así que no me hagas preguntas
cuyas respuestas se han perdido en el mar
de mi memoria frágil.
Mejor pregúntame qué será de nosotras,
si nos esperan sonrisas tiernas
o miel de abrazos.

Ya que no nos hemos podido
extirpar la una a la otra,
disfrutemos de este cielo despejado.

lunes, 24 de octubre de 2011

Te invito

Te invito a la isla de mi ojo,
no tengo claro si hará calor o frío,
mi clima es sumamente inestable e impredecible,
así que trae un sweater,
que esté tejido de recuerdos, por favor.
Para que no te pique la piel y así no te la irrite,
mira que no tengo pomada para eso.

No sé qué comeremos,
pero la sed la saciaremos
con las risas y abrazos que nos quedaron de ayer.

Yo no llevo abrigo,
sabes que soy mala para usar mucha ropa,
pero pretendo envolverme en tus brazos
si la brisa helada de mi desdén nos ataca.

Si tenemos suerte
en la isla de mi ojo encontraremos flores,
así que no las riegues demasiado,
no quiero que se vuelvan a ahogar

viernes, 14 de octubre de 2011

domingo, 9 de octubre de 2011

Ganaste

Me gusta el torbellino en el que me envuelves,
me gusta el que me sea tan natural besarte la boca,
tomarte la mano,
acariciar tu mejilla,
acurrucarme en tus brazos...

No me canso de esta miel espesa,
porque tu cariño insistente
y tu apasionada osadía,
terminaron por ganarme la guerra.

Ya no hay más batallas,
has ganado,
soy tuya.

domingo, 2 de octubre de 2011

De amores sádicos

Ráscame las costras que me quedan
de aquélla vez cuando
tomaste todo de mí
para vomitarlo.

Acércate e insúltame,
cuéntame la forma
delicada y elegante
en que torturarás mi cuerpo.

Muérdeme la clavícula
y entierra tus garras
en esta espalda
que fue creada para ser tu tabla de cocina.

Corta en mí
cada ilusión,
extíngueme
hacia la nada.

No dejes de mí
más que el cuerpo,
sucio cuerpo,
que solo sirve de tributo
para tu amor de bestia.

Resume en cenizas
lo que quede de la tortura,
no dejes nada limpio,
que la sucia habitación
será nuestro templo.

Llévate el aliento que me quede,
arrástrame a la muerte,
no me dejes
a medio vivir
sin la condena de tenerte.