Tú y yo somos muy parecidos,
tanto como mirarse a un espejo
y ver
a través de nosotros,
nuestras eternas conexiones karmáticas.
Comprendo,
que al ser un reflejo,
vemos las cosas desde diferentes perspectivas.
Si coloco mi mano derecha,
coindirá,
perfectamente,
con tu izquierda.
Pero aún así,
desde diferentes perspectivas,
somos iguales.
Iguales en el sentir,
iguales en los dolores
y molestias.
Somos ambos faltos de algún padre.
Tú por circunstancias,
yo por un desliz.
Sé que mi padre no es tu predilección,
tampoco, para mí
él lo es.
¿Viste que somos iguales?
Si tu mano calza perfectamente con la mía,
cómo quieres
que no crea
que eres mi reflejo
en negativo.
Algún día nos encontraremos
en el plano perfecto
desde donde
ya no serás
un reflejo.
Y ahí,
serás
yo misma,
y yo,
tu ser.
tanto como mirarse a un espejo
y ver
a través de nosotros,
nuestras eternas conexiones karmáticas.
Comprendo,
que al ser un reflejo,
vemos las cosas desde diferentes perspectivas.
Si coloco mi mano derecha,
coindirá,
perfectamente,
con tu izquierda.
Pero aún así,
desde diferentes perspectivas,
somos iguales.
Iguales en el sentir,
iguales en los dolores
y molestias.
Somos ambos faltos de algún padre.
Tú por circunstancias,
yo por un desliz.
Sé que mi padre no es tu predilección,
tampoco, para mí
él lo es.
¿Viste que somos iguales?
Si tu mano calza perfectamente con la mía,
cómo quieres
que no crea
que eres mi reflejo
en negativo.
Algún día nos encontraremos
en el plano perfecto
desde donde
ya no serás
un reflejo.
Y ahí,
serás
yo misma,
y yo,
tu ser.
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