miércoles, 16 de mayo de 2018

Siempre pierdo


Te volviste el cazador, hábil, sagaz, atractivo.
Yo soy el conejo blanco, temeroso, curioso, me acerco y escondo luego.
Me gustaría tener tu poder, tener la habilidad de desarmar a las personas, así como tú lo haces conmigo.
Me vuelvo hielo tembloroso entre tus dedos tibios, me derrite el peligro de tus artes. Me confronta el descaro de tus gestos y palabras…
Conozco el peligro y aún así decido acércame, a sabiendas de que me quemo fácil y de que siempre pierdo.
Siempre, siempre pierdo.

No hay comentarios: