Nadie lo descubre. Lanzamos como misiles las palabras a la cara de las personas para que alcancen sus oídos y desde allí lleguen a su corazón. Y lo hacemos desde la intuición. Lo que esa persona perciba y reciba es pura entelequia. No deseamos ser saciados, porque si no tenemos sed, dejamos de luchar y la búsqueda de la fuente se convierte en algo fútil y sinsentido. La gente nunca va a descrubrir las palabras que necesitas, porque tú nunca vas a considerar que son las acertadas. Si así fuera, tendrías que dejar de buscar la fuente. Y tú no quieres, no deseas, sentarte en el camino.
5 comentarios:
Que nutritivas palabras, Nataly
Tienes hambre de palabras?
Yo te las ofrezco.
Yo siempre tengo hambre de palabras, el problema está en que la gente descubra cuáles son las palabras que necesito...
Nadie lo descubre. Lanzamos como misiles las palabras a la cara de las personas para que alcancen sus oídos y desde allí lleguen a su corazón. Y lo hacemos desde la intuición. Lo que esa persona perciba y reciba es pura entelequia. No deseamos ser saciados, porque si no tenemos sed, dejamos de luchar y la búsqueda de la fuente se convierte en algo fútil y sinsentido.
La gente nunca va a descrubrir las palabras que necesitas, porque tú nunca vas a considerar que son las acertadas. Si así fuera, tendrías que dejar de buscar la fuente. Y tú no quieres, no deseas, sentarte en el camino.
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