todo se mezcla en aromas y sabores extraños,
desagradables y entrañables,
en mi memoria.
No sé cuál de los dos fue Diego o Laura,
pero de algo estoy segura,
yo fui Manuel.
Fui Manuel jugando a lo novedoso,
a la intriga,
a la seducción.
Fui tan Manuel cuando caí rendida
al amor
al erotismo
a un beso.
Fui tan Manuel,
que poco a poco
lo supo todo
y se dio cuenta tarde de la jugarreta.
Somos tan sensibles,
nosotros,
los humanos.
Ávidos de atención
luchamos por resaltar.
Él quería ser protagonista,
tú y yo también.
No hay cabida en nuestras vidas para esta tríada.
Se va Diego,
te vas tú Laura,
o me voy yo; Manuel.
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