Para Escribir esto, me inspiré en la canción de arriba. No tengan miedo de entrar, los llevará a Youtube
La tarde cae despacio a través de la ventana…
Miro hacia afuera, a través de las rejas, pero… ¿qué busco?
Mi gata duerme a mi lado, le acaricio el lomo, ella no despierta.
Está sumida en el sueño delicioso del que disfrutan los felinos, sueños profundos con parajes llenos de ratones para perseguir.
Mueve sus patitas y los bigotes, sí, se sueña persiguiendo algún ratón que tenga más vida que el ratón de juguete que le compré.
Ahora, la tarde perezosa se vuelve sensual, con aquellos tonos tornasolados que se alojan en la cenefa blanca… la tarde me acaricia los sentidos.
A veces, en estos momentos, pienso en ti unos cuantos segundos.
Leves segundos, querida, para que comprendas que no es más que una ráfaga que se va, dejando el desastre a su paso.
Tu mirada, dejó estragos a su paso.
Ahora, tengo miedo de dejar de escribir, de por un segundo, detenerme a pensar lo que pongo en el teclado y que veo reflejado en esta pantalla.
Te veo bailando afuera de la ventana, bañada por esta luz tan obscenamente escandalosa. Tu pelo castaño que se eleva mientras giras, la falda que se levanta dejando a la vista tus rodillas redondas y tus muslos opulentos color canela.
Quiero cortar unos mechones de tu cabello, y con ellos, hacer una infusión de té para beberlo a la noche, para ver si con ese brebaje podría calmar la sed que sin darte cuenta iniciaste.
Mira las locuras que comienzo a hablar cuando te recuerdo. Palabras que se agolpan y gritan por escaparse por entre mis dedos.
Quiero alcanzarte, y este es el mejor medio para hacerlo.
1 comentario:
el atardecer es también una puerta
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