viernes, 25 de enero de 2013

12.13

Ambos sabemos que no empezamos
(precisamente)
con el pie derecho.

Yo venía de una
indefinible
relación.


apareciste,
algo precavido
por una traición.

Pero algo dentro de mí
me dijo
que tenía que darte
una oportunidad.

Yo me consideraba
de las que pensaba tanto
las cosas
que al por fin
decidirme
a actuar,
se perdía
la oportunidad.

Pero contigo,
fui muy lejos y muy rápido.
Y nada me importó.

¿Lo que dijeran mis amigas?
¿Lo que dijera mi consciencia?

Que se pudran.

Yo solo escuché al corazón.
Así de trillado,
órgano sabio,
me condujo directo
a tus brazos.

Tú me recibiste,
olvidaste los miedos.
Y me besaste la boca,
con tanto deseo...

Y hoy puedo decir,
por fin,
sin dudas
ni miedos,
que me he entregado
a ti
por completo.

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