Una leve envidia,
breve,
me recorrió las venas
en un torrente de
interminable
odio.
Me dejó
una sensación,
luego,
de limpieza.
Como si esa ráfaga
odiosa
a su paso
me hubiera
limpiado
las arterias.
breve,
me recorrió las venas
en un torrente de
interminable
odio.
Me dejó
una sensación,
luego,
de limpieza.
Como si esa ráfaga
odiosa
a su paso
me hubiera
limpiado
las arterias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario