miércoles, 1 de mayo de 2013

Abandonar el cuerpo

Me gusta ése precioso instante,
dulce y pequeño
momento
en que tus ojos se alteran
y tus cejas se alzan
mientras te vienes.

Pareciera que sufres,
que algo te ha calado muy a fondo,
como si te hubiera roto.

Pero es porque te vuelves
efímero,
vulnerable,
expuesto.

Hay algo trágico
en la mecánica
del orgasmo...

Porque te libera tanto,
que se expone
lo más
vulnerable
del alma.

Recuerdo aún,
cuando luego de venirme,
me saltaron las lágrimas.
Fue algo tan
involuntario
que dentro del vértigo
del orgasmo,
sentí como mi alma
me dejaba.
La violenta compulsión
y liberación
de energía
me dejó
completamente expuesta.
Si no me hubieras abrazado,
de ésa forma,
yo probablemente
hubiera abandonado mi cuerpo.

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