Quiero que sonrías menos.
Quiero que no te maquilles más.
También, quiero que escondas todas ésas curvas pendencieras.
Ahora. Quiero mantener este aire frío para contigo. Sí, y disimular el estremecimiento que provoca tu mano en mi nuca.
Tal vez, podría huir de tu mirada de ciervo. Aunque, si tuviera la fuerza, ya lo habría hecho.
Perdóname si no te he puesto suficiente atención, discúlpame si hago oídos sordos a tu dulce voz. Pero, sé que jamás podré retener entre mis manos la materia de tu delicada existencia. Jamás podré atrapar el espíritu de tus ojos tiernos. Entonces, la desdicha se vuelve cólera, y tengo q ignorarte para sanarme un poco.
Tu graciosa figura vaga rauda por mis pensamientos. Te envuelves de tul mientras tu risa se repite como un eco. Te desprendes de lo humano y te vuelve divina. Entre mis dedos, siempre serás una diosa.
1 comentario:
Hace tiempo no entraba a tu blog!!
Al principio me sorprendí de lo mucho que escribes... pero luego me acordé quién es la dueña de la página y sonreí.
Eso sí... vamos a tener que conversar parece, sobre todo por tus últimas publicaciones jejeejj
Un besote y sigue sorprendiendome...
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