Pensar en ti me provoca dolor de estómago,
quiero librarme de ti,
pero aún
te veo en los rincones del mundo que compartimos,
como un fantasma,
como mi sombra,
como el hambre más terrible que he tenido.
Y ahora que se avecina el sueño,
sé que cuando cierre los ojos
aparecerás,
condenándome
deseandome
torturándome
con el estigma aún crudo de tus ruegos...
Y cierro los ojos,
tratando de no pensarte,
ilusamente dejando a un lado el tormento que me causas,
con tu ausencia presente,
con tu "no te olvidaré", que me carcome de amor y odio por dentro.
1 comentario:
AHM...
CREO EN LO QUE DICES.
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