miércoles, 21 de octubre de 2009


Infame tu boca venidera,
honrada mi lengua de recibir la tuya.

Me abrazaste con esa fuerza, una fuerza sexual.

Sonreíste como niña traviesa, escondiendo tus manos tras tu espalda,
escondiendo la verdad.

Confieza que me has deseado, tu boca no me puede engañar.

Entonces, hambrienta te encuentras, hambre tengo yo. Y mientras me aferro para no perder el control, me atrapas y caigo... Aunque intenté no hacerlo.

1 comentario:

Sereg Luin dijo...

Bocas, labios, mordiscos.. todo muy grato.. rico...

Salu2 Nataly