lunes, 18 de junio de 2012

1.02 AM


Quiero ser la ciudad,
ser ésas calles húmedas,
a las siete de la tarde, cuando prenden los faroles,
y cada esquina brilla ambarinamente. 

Quiero ser el bar,
donde te sientes a beber ron,
y que ése sabor almibarado te recuerde mis besos.

Seré la cama
que presencie aventuras y deseos.

Así que sueña conmigo,
sueña con mis piernas que se enredan a ti.
Serpiente peligrosa,
rondaré por tu cuerpo como la sangre
que te corre por las venas.

Si me dejas entrar a tus sueños
yo seré la que invente mil fantasías
para entretenerte.

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