Soy débil cuando me coquetean…
Sobre todo cuando me coquetea una linda mujer.
Así que yo sonreí,
mírame a los ojos,
bebe de mi copa.
¿Te gusta como me arreglo el cabello, despreocupadamente,
con mi mano derecha?
Tal vez te guste más la forma en que cruzo, lentamente, mis piernas.
Bebe un poco más, hermosa,
que me gusta darte de beber,
como si con ello te entregara
secretos besos líquidos
por toda tu cabellera,
tan larga y castaña.
Linda,
no sonrías así,
con la impotencia nerviosa
de no tenerme.
¿Te molesta si, levemente, te rozo la mano?
Claro que no te molesta.
Ansías que te revele
la naturaleza
de
mis sensaciones.
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