lunes, 30 de julio de 2012

Pesimista


Hoy me siento pesimista.

Por la mañana, cuando me tocaba,
sentía la frustración de lo inalcanzable.

El orgasmo coqueteó conmigo sutilmente,
demasiado sutil como para encenderme.
Así que caí derrotada a la cama con las manos
manchadas de insatisfacción.

Me puse a dar vueltas sobre el colchón,
para encontrar un punto cómodo donde la espalda descansara.
Cuando por fin mi cuerpo se entregó a las sábanas,
comprendí que me faltaba un ícono a cual adorar.

Bonito, por más que te preocupes de calentar mis manos,
cuando ya no estás, estas, inevitablemente, vuelven a su frialdad natural.
Pero, no había sido hasta hoy en que en verdad esa frialdad me había molestado.

Cuando me toqué el muslo derecho, la carne se volvió tensa y asustada. Mi propio cuerpo me rechazaba como ofendido del tacto gélido de mis manos.

Un tirón lastimero remeció suavemente mi ímpetu. 

¡Qué horrorosas manos!

¿Cómo hicieron estas manos para tocarla con tanto cariño? 

Ella siempre me tomaba la mano con tanta devoción. ¿Yo era tu ícono? ¿Estas horribles y gélidas manos te gustaban?

Miro el cuadernillo y me da miedo abrirlo. Lo tengo cerrado y escondido. Ya no puedo escribir en él.
Estas manos heladas podrían congelar la tinta antes de dejarla impresa en el papel.

Ayer él se preocupaba mucho de mis manos. Las encerraba entre sus dedos, las acariciaba con sincera preocupación y de vez en cuando se preguntaba del porqué de aquélla temperatura tan baja. Yo no podía hacer otra cosa que enternecer mis ojos y regalarle dulces palabras. 

Me gustan sus ojos… No hay mentiras en su mirada. No hay grandes misterios, pero aún así, hay cierta veta melodramática que mantiene mi interés.

Dramática por naturaleza, yo misma me boicoteo.

Yo misma cargo el arma que en cualquier momento me disparará certeramente. Clavo espinas venenosas en mi conciencia, y cuando crece la mala hierba que yo misma planté, cosecho la picazón que me carcome las intenciones. 

Esta boca que hoy te mantiene interesado, mañana te injuriará para hacerte tambalear.

No sirvo para las relaciones. Me desprendo demasiado rápido de las personas. Si no me muestras algo nuevo, terminaré por clavarte la llave de la despedida. 

 

3 comentarios:

Real Fenix dijo...

hermosas palabras para el momento que relatas y vivies....preciosa entrada

Anónimo dijo...

Nataly...

Evolucionando al tiempo contigo.
Año tras,año. Me gusta tu vida. Como la describes, te lee y te sigue más gente de la que crees. Yo misma por ejemplo. Es un placer dejarte una huella anónima sin interés de más.

Ojalá sigas con esa sinceridad.

No importa que tus manos sean frías, importa lo que está caliente encima y debajo de estas. Además quien se fijará en dichas manos con semejante corazón.

Otra Natalie.

Nataly P. dijo...

Qué alegría saber que alguien considera que mis letras hablan de un corazón tibio!

Besos Otra Natalie, se agradecen las palabras desinteresadas.

=) Y espero poder seguir siendo sincera, al menos en mi blog.